¿Contamina la Ropa?

La ropa es mucho más que tela con la que nos cubrimos del frio o el sol, tiene un efecto en nuestra personalidad tanto como nuestra forma de actuar pensar. Es una forma de expresar quien eres sin hablar e incluso un símbolo de status. Todos los días lidiamos con ella, lo más probable es que todas las mañanas tengas que pasar unos minutos pensando que te vas a poner; pero ¿Te has puesto a pensar como lo que te pones afecta el planeta?

En la infancia de la civilización solíamos usar piel de animales para cubrirnos del frio en el invierno. Desde entonces la ropa ha pasado a ser cada vez más integral de nuestra personalidad. Durante la mayor parte de la historia no tenías un armario lleno de ropa. Antes del siglo 18 los textiles eran cortados y cocidos a mano, lo que es un proceso lento y costoso. La ropa era una compra importante y la gente no solía tener mucha. Incluso hasta entrado el siglo 20 cuando ya teníamos automatizados los procesos en las fábricas; la gente estaba gastando en ropa hasta el 20% de su salario anual, cuando en la actualidad solo gastamos el 4%.

La ropa empezó a costar menos en los 60s gracias a procesos de producción más sofisticados y materiales sintéticos. Además, fue en esta época cuando se empezó a subcontratar mano de obra en países subdesarrollados para producir artículos. Y desde entonces la ropa solo se ha vuelto cada vez más barata, lo que nos ha hecho comprar más ropa que nunca antes. En el año 2014 se fabricaron 100 mil millones de piezas nuevas, lo que es suficiente para darle 14 prendas a cada persona en el planeta.

¿Cuándo empieza el problema?

Aparte que producimos en masa, todos los pasos del proceso de fabricación contaminan. Desde la elaboración de los textiles hasta la fabricación y estampado de los artículos la producción de ropa genera mil millones de toneladas de CO2 al año, contribuyendo al 5% de las emisiones de gas invernadero. Eso es lo mismo que la industria de la aviación o las emisiones anuales de toda Rusia.

La forma en la que fabricamos la ropa y que tan rápido dejamos de usarla tienen un gran impacto en el ambiente. Tomemos por ejemplo a los materiales sintéticos. El poliéster que es el material más común en la ropa es un subproducto del petróleo; lo que lo hace esencialmente plástico, con todo y las mismas consecuencias para el ambiente.

Pero otros materiales también generan contaminación: El cuero significa emisiones de metano y terreno ocupado por vacas, que también tienen que comer hasta que tengan la edad de ser transportadas al matadero; el rayón significa cortar árboles para producir la celulosa y cultivar algodón usa miles de toneladas de agua.

Además, todos estos materiales tienen que ser transportados a donde los tiñen; de ahí a donde los cosen; de ahí al almacén y de ahí a la tienda donde finalmente irán a la casa de la persona que las usara. Y eso si las usa, se calcula que se desechan 15 kilos de ropa por persona todos los años, alguna incluso antes que alguien la compre. Actualmente estamos comprando 60% más ropa que hace 20 años, pero solo estamos usándola la mitad del tiempo que solíamos.

¿Se puede hacer algo?

En la actualidad, gracias a la presión de los consumidores, hay compañías haciendo algo al respecto. Algunos emprendedores y diseñadores inspirados están regulando que el proceso de producción y los materiales sean tan sustentables como puedan, sin perder la estética de la moda. y no solo estamos hablando de alta costura, un diseño ecológico no es necesariamente caro. Nike por ejemplo está haciendo zapatillas deportivas con plástico reciclado que se ven muy bien.

Estas soluciones no son perfectas, es una etapa temprana y aun causan algo de contaminación; y muchas marcar verdes aún son caras, pero es bueno ver que nos estamos moviendo en la dirección correcta por que la demanda no ha dejado de crecer.

¿Que puedo hacer yo?

Mientras tanto para mis amigos ecológicos que desean vivir de forma sustentable, si hay algo que podemos hacer, eso es volver a hacer la ropa algo especial. Es hora de traer el estilo y la personalidad de vuelta a los guardarropas. Compra algo que se adapte a tu estilo no a la moda, prioriza calidad a cantidad, elije prendas que convienen con lo que ya tienes y lo que te gusta usar; entonces tienes menos piezas, pero la puedes usar de más formas, sacando más provecho.

No quiero sentarme aquí a decirles que no consuman, todos necesitamos ropa, pero se trata de reducir la cantidad que usas un par de veces y tiras. Verse bien y tener estilo es relativo, pero no significa cambiar tu guarda ropa completo en cada temporada; tampoco significa vestir con harapos, hay muchas opciones sostenibles que se ven bien. Y más importante reduzcamos no solo la ropa que usamos sino la que tiramos, en Traperos Solidarios de Emaús recolectamos donación de la ropa que no usas y la usamos para ayudar a los más necesitados, donando reduces no solo tu huella de carbono sino la cantidad de ropa que es producida; ayúdanos a ayudar a los mas necesitados.